*Cupos limitados, descuento para los que trabajan y no tienen tiempo de entrar al curso.
“Ni Universidades, ni empresas, ni estudiantes, ni trabajadores, Necesitamos humanos”
¿Dónde hay un curso de 6 meses o 10 sesiones de 30 minutos en dónde uno pueda hacerse mejor persona o mejor ser humano?. Parece que no hay, pero hay un montón de cursos de cómo usar herramientas en 3 meses que ya no serán necesarias una vez terminado el “cursito” porque la tecnología avanza a pasos agigantados.
No hablaré de lo retador que es hacer empresa, porque eso es aún más complicado que lo que voy a contar:
Resulta que para ser un profesional exitoso tienes que estudiar; la primaria (6 años), el bachiderato (6 años), elegir una carrera (+5 años), luego una especialización (+1 año), luego una maestría (+2 años), luego un doctorado (+5 años), luego un posdoctorado (+2 años) y muchos meses haciendo un montón de esos cursitos por internet gratis ¡y a veces pagos!
Y como si lo anterior no fuera suficiente, como si la certificación o título universitario no valiera; El mercado empresarial está lleno de certificaciones que requieren años de preparación y que luego son remplazadas por nuevas cada año. Así que tendrás que llenarte de certificaciones que validen o actualicen tus conocimientos. Luego tendrás que competir contra gente más joven, que realizó “combos todo en uno universitarios” y que además de los cursos listados tienen 3 Idiomas a los 20 años.
Ah! Para trabajar en Colombia es muy importante que sepas Ingles, en un país de lengua Iberorromance “español”, tienes que saber inglés porque las empresas que valen la pena son extangeras, empresas que solo necesitan mano de obra y que por consiguiente pagarán a bajos perfiles mucho mejor que lo que las empresas colombianas les pagan a estos posdoctorados.
Entonces tenemos el caso de Paquito Pereza que estudia 6 meses un curso gratuito de programación y entra en una multinacional y gana 6 millones mensuales mientas que el posdoctorado no tiene trabajo y si tiene logra reunir 6 millones en 6 meses. Un plan diabólico, muchos 6, un plan para que en Colombia valga la pena ser técnico, pero no profesional, para que no valga la pena la investigación, ¡eso dejémoselo a otros países!
Pero la realidad es otra, no existen cursos en línea sobre cómo ser mejores personas, aprender a hablar en público, comprensión lectora, aprender a escribir, respetar la naturaleza, ser feliz, finanzas personales, amar. No hay que negarlo esto que pasa en los cursos virtuales también pasa en algunas Universidades.
La verdad es que la mayoría de esos “cursos” solo son un buen negocio, una estafa para los que se ilusionan con la historia de Paquito Pereza, son solo cursos técnicos sin profundidad, esos cursos abarcan temas muy superficiales, que muchas veces es necesario navegar horas y horas para complementarlos; investigando y contrastando distintas versiones y apartados mejor explicados en YouTube.
Estos cursos además de ser un buen negocio, son solo para desacreditar las Universidades, porque ante un panorama tan oscuro son más atractivos los cursitos que las Universidades, porque supuestamente sin ellos no puedes trabajar, porque te enseñan en 5 minutos lo que no aprendes en toda la universidad, porque te harán millonario de la noche a la mañana, porque hay un bicho raro que en un garaje creó una súper empresa llamada Apple y otro aún más raro que en una noche de tragos creo Facebook.
¿Es entonces la alianza universidad-estado-empresa una forma de seguir esclavizando a las personas? ¿Son entonces los cursos y certificaciones una cooperación para que las empresas puedan obtener profesionales a la carta? ¿Las personas poco importan, el ser humano importa? ¿importan los saberes o las personas, la humanidad? El profesional que se demore en aprender, el que no tenga acceso a los últimos cursos, el que no pueda seguirle el rimo a los cambios está muerto.
Pues resulta que no son cambios tecnológicos, son caprichos tecnológicos y modas, aún peor, no tenemos acceso a los últimos cursos, las certificaciones realmente son lo que les sobra a otros países, primero investigan, luego lo adoptan algunas las empresas, luego se estandariza, luego se construyen los cursos, luego las certificaciones y luego llegan a Colombia.
Entonces resultamos creyendo que las nuevas tecnologías, “las 4.0”, aunque suenen bonito son realmente carreras técnicas que no van a servir en un par de años (#internet de las cosas, #bockchain, #inteligencia artificial), pero para dar un ejemplo otros países van en la 5.0 con la computación cuántica.
Todas estas parecen artimañas para tapar la verdad; hace falta una formación en humanidad, en valores; hay corrupción por todos lados, profesionales mediocres, profesores mal preparados, trabajadores mal remunerados, estudiantes facilistas, fraude académico, alta rotación laboral. Miedo de las empresas para relacionarse con la Universidad por falta de lealtad, igual que pasa con los estudiantes, uno que hace el trabajo y los otros que se apuntan, falta de inversiones serias, compromisos transparentes y leales, a largo plazo, desconfianza; miedo por fuga de propiedad intelectual y trabajadores desechables.
Colombia necesita real sinergia entre la Universidad- la Empresa- el Estado, una sinergia sin corrupción y sin intereses particulares, sinergia es cuando dos o más entes u organizaciones hacen las cosas mejor de lo que los dos por aparte logran. No un modelo de negocio en el que las tres roban y los ciudadanos se mantienen ignorantes. En el que cualquier cosa que el estudiante entregue tenga que vale por una nota.
No regale el país a las multinacionales, no regalen títulos Universitarios, inviertan en empresas pequeñas, exijan buenos profesionales, buenos salarios, denle posibilidades a las empresas Colombianas, aporten más inversión y calidad para la educación, necesitamos menos corrupción. No compremos conocimiento obsoleto a otros países, no copiemos, creemos y creamos en los Colombianos, centrémonos en nuestros problemas y hagamos soluciones para los colombianos.
Esa será una real revolución, Colombia se montó en el bus de la tecnología y si vamos a hacer algo tenemos que hacerlo bien, o nos ponemos serios o la brecha no solo seguirá siendo grande si no que cada vez será mayor.
Más amor, menos corrupción, más humanidad, menos intereses particulares.