La gente no quiere estudiar y con
mucha razón!, ¿para qué estudiar si en Internet todo ya está escrito?, los
vídeos en youtube son mucho más actualizados y en 5 minutos “como si se hablara
de un microondas educativo” presentan contenido más condensado y práctico de lo
que se puede vivenciar en aburridas horas de clase. [1]
¿Para qué estudiar si en el
trabajo no importan los títulos, si no que seas obediente?, el título en el
mejor de los casos solamente sirve para la clasificación, para que te escalafones
y te den un aumento. ¿Para qué estudiar e invertir en educación y acumular títulos
si los inmigrantes son más económicos?, mejor compra el título y ya está. [2]
Todas estas ideas, entre otras,
le hacen bien y mal, hacen daño al sistema educativo si no son bien manejadas
pero son benéficas para el que reconozca en ellas un punto de reflexión y
acción. TODO CAMBIO REQUIERE ESFUERZO [3] y aprender implica
cambio; el estudiante no es el mismo antes y después de aprender. No reconocer
que el aprendizaje requiere un esfuerzo y convertirlo en un buen negocio es un
arma de doble filo para la educación en Latinoamérica [4] .
La educación no debe ser un
negocio [5] , ¡al que quiere estar
no hay necesidad de retenerlo! las políticas de retención de clientes aplicadas
a los estudiantes, y los incentivos a los altos directivos por volumen de
estudiantes, hacen un daño irremediable a las profesiones y al sistema educativo.
Difícilmente un estudiante tiene el criterio para exigir un buen nivel de educación
vs un gran nivel de comodidad, la mayoría de las quejas realizadas por los estudiantes
son por exigencia académica o por empatía más no por calidad docente o por
falta de nivel académico.
Mientras los ministros o
directivos en educación tengan más idea de matemática, política y negocios que
de pedagogía no vamos a tener mejor educación. Mientras que el estudiante
piense a corto plazo, en las notas parciales, en pasar con un 2.9 para exigir un 3 y no en su formación como
profesional [6] y piense que por el
simple hecho de entregar un trabajo sin importar la calidad debe obtener una
nota “ojala un 2.9” no vale la pena la educación.
Las cifras mentirosas de los
ministerios, presentando déficit de profesionales, por lo menos en el mercado
de las TIC [7] son una gran campaña
de mercadeo pero la realidad es que no se requieren muchos ingenieros, si no ingenieros
bien capacitados. ¡No muchos si no machos!
Es necesaria más pedagogía, es
decir la reflexión juiciosa sobre las políticas y la calidad de los métodos, didácticas
y técnicas educativas. Pero no confundan reflexionar con experimentar, es una irresponsabilidad
experimentar con los estudiantes, proponiendo paraísos flexibles y cómodos donde
cualquier esfuerzo vale, la tarea debe ser más inteligente.
Necesitamos un cambio constataste,
no ya, no por propaganda… La universidad no requiere un cambio drástico sin reflexión,
sin responsabilidad y debe aplicar el principio sencillo de entender su tesis, [8] plantear una antítesis
(una mejor propuesta) y replantear una mejor educación, con lo mejor de los dos
mundos más no aplicar una antítesis sin tener un horizonte claro.
Mejorar el sistema de educación no
es cambiar radicalmente [9] , es reconocer y
entender que sirve y que no, se deben mejorar las estrategias pedagógicas relacionadas
con competencias blandas pero nunca, y en esto deben ser irreductibles,
negociar o dejar de fortalecer las competencias duras.
Más pedagogía, más reflexión, más
acción mejores profesionales, más esfuerzo y dedicación menos negocio menos comodidad.
Muchas más Universidades de alta calidad en la práctica y no en el papel.
S.M Diego Iván Oliveros Acosta
CEO, Scalapp @scalapp.co
Software and Systems Engineering Professor
Enterprise Architect | IT Project Manager and developer